El documento destaca la potencialidad que el almacenamiento e intercambio de información electrónica sobre salud tiene para reducir los errores de medicación, los reingresos hospitalarios, la duplicación de ensayos y, por consiguiente, para mejorar el diagnóstico, el seguimiento de los enfermos crónicos y aminorar los costes asociados a la atención sanitaria.
Por todo ello, el estudio pone de relieve que el Big Data es clave para el sostenimiento presente y futuro del Sistema Nacional de Salud. No obstante, su desarrollo es insuficiente ya que el sector de la salud está muy lejos de los avances conseguidos en otros ámbitos como, por ejemplo, el sector financiero o el de las grandes tecnológicas, y la gran mayoría de las experiencias reales y concretas en las que se está aplicando son proyectos piloto.